La actividad física y la buena alimentación, no es algo que debas coger y dejar, (ojo mejor hacer eso que no mover el culo del sofá o alimentarse a base de donuts siempre).

Si quieres ver resultados, tienes que se constante. Puedes tener altibajos en el entrenamiento o en la alimentación, eso quiere decir que no siempre tienes que entrenar al máximo, y que cuando te vayas de vacaciones te puede saltar la alimentación sana a la torera pero eso no debe ser lo normal, la historia es que en el cómputo global gane la actividad física y la buena alimentación. En términos deportivos: “Puedes perder algún partido, pero al final de temporada hay que ganar la liga”.

Si pasas meses entre entrenamiento y entrenamiento o cada vez que vas al nutricionista tienes mayor porcentaje de grasa, no vas bien y te recomendamos que sigas nuestros consejos:

1. Mide los resultados: los resultados en sí mismo son una gran motivación pero si no los percibes, es como si no existieran. Una simple foto con el móvil de antes y después puedes ser suficiente, eso sí, nada de trucos de instagramer con la luz y las sombras, siempre en las mismas condiciones.
2. Céntrate en ti y no te compares: Compararte con los demás solo implica presión externa que termina en tensión y desazón. No te piques con personas que llevan mucho más tiempo que tú entrenando.
3. Establece objetivos realistas: Empieza por resultados moderados y ve subiendo la dificultad con el tiempo. Un ejemplo clásico de mala planificación es decir que vas a empezar yendo 7 días a la semana al gimnasio durante 3 horas.
4. Elige un ejercicio que te guste: Hay miles de deportes, elige uno que te guste. Si por ejemplo correr te parece monótono, no te obsesiones con ir a correr, busca otra cosa que sea más divertida para ti.
5. Elige un buen asesor: Busca siempre entrenadores o nutricionistas que tengan una buena formación. El hecho de ser formaciones universitarias no es garantía de nada pero al menos es un buen comienzo. Hay mucho chapucero en el sector de la salud, pide siempre la formación de tu asesor y huye de la frase: “yo no me he sacado ningún título pero llevo mucho tiempo entrenando”.
6. Repite hasta convertir la buena alimentación y el ejercicio en un habito.

Sigue estas reglas y no tendrás problemas en estar en forma el resto de tu vida.

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